Momento Eureka con Lagavulin Single Malt Whisky

Mar 26, 2021

Hay un momento clave en casi todas prácticas que existen, un tipo de eureka. Ese momento único que enciende el foco que convierte una simple actividad o hobbie, en algo mucho más importante para nosotros.

La puntada de cuerda que llevó a alguien a dedicarse a tejer profesionalmente; el golpe al redoblante que encendió un amor por la música; el trazo del pincel que te hace nunca más dejar de pintar, etc. Pero ese mecanismo no es exclusivo de actividades vitales o de gran importancia, también ocurre en las cosas más triviales como el obsesionarte con una marca específica de chocolate, o elegir dormir en a lado específico de la cama, todo producto de un momento clave que asignó una preferencia.

Al principio, hablar de Whisky era para mí hablar de la bebida de algún tío, esa botella señorial que podía encontrar en algún gabinete en la cocina pero que no me representaba. En esos tiempos Yo tomaba algo más 'divertido' o más simple al paladar. Así inició para muchos de nosotros. El tema del alcohol es uno que puede pendular desde el extremo de la fiesta y los excesos, hasta el extremo de la apreciación y el arte en su creación. Una gran pasión que solo quienes la comparten entienden realmente.

En el camino del Whisky he tenido varios de esos momentos, pero esta semana estuve recordando vívidamente un momento eureka que ocurrió durante un viaje a New Orleans hace años. Un encuentro de viejos amigos con quienes viví en mis tiempos universitarios en Illinois.

Nos encontrábamos dentro de un Jazz & Cigar Bar llamado Dos Jefes, un lugar muy peculiar, la revista Cigar Aficionado hace una buena descripción:

"Si nunca has estado en Nueva Orleans, probablemente tengas en la cabeza una imagen de un antiguo club de jazz subterráneo donde el alcohol fluye libremente hasta altas horas de la madrugada y el humo es iluminado por las tenues luces del escenario que se ciernen sobre un cuarteto de jazz, si ese es el caso, entonces Dos Jefes Uptown Cigar Bar es una visita obligada en su viaje al Big Easy. Es un bar de jazz sin lujos donde los cigarros no solo son bienvenidos sino también alentados. Este puede ser el último lugar de la ciudad donde puede disfrutar de música en vivo en un ambiente de club sin tener que salir a la acera a fumar."

Estábamos en una mesa redonda y decidimos todos pedir el Lagavulin 16 años Single Malt Scotch Whisky, junto a unos cigarros que nos quedaban más grandes que a cualquier otra persona presente. Fue exactamente ese el momento, el sorbo, que inició una obsesión personal con esta marca de Whisky ahumado, tanto así que 4 meses después me vieron entrar por las puertas de la destilería en Islay, Escocia. Esa noche no entendí el humo del cigarro, pero el Lagavulin entró con toda su intención de quedarse para siempre.

Creo que fue Arquímedes quien exclamó por primera vez la palabra heúrēka al descubrir un método para determinar la pureza del oro alrededor de 200 años antes de Cristo. Hoy, en este mismo instante la repito a un nivel mucho más simple pero emocionante ya que acabo de decidir dedicar la próxima experiencia online de LA SOCIEDAD a esta gran destilería. Me pongo manos a la obra para que esto ocurra rápido.

 

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